Para muchos de nosotros, la primera vez que escuchamos el concepto de “seguro” fue cuando obtuvimos nuestra licencia para conducir y aprendimos que necesitábamos un seguro para poder conducir. ¡Muchos de nosotros aprendimos una doble lección de responsabilidad cuando nuestros padres nos hicieron pagar por él! Relativamente hablando, un seguro de auto es bastante directo: pagamos nuestras primas y si sucede algo que está cubierto por la póliza, la compañía de seguros paga por ello después de que nosotros pagamos el deducible. Si tenemos una infracción de tráfico o un accidente, nuestra tarifa de primas podría aumentar.
Sin embargo, muchos de nosotros permanecimos felizmente inconscientes de los seguros de vida hasta un poco después. Algunas personas descubren por primera vez lo que es un seguro de vida cuando obtienen su primer trabajo “real” y su empleador les ofrece cobertura de un seguro de vida. Aquellos que no conocen lo que es y lo que puede hacer un seguro de vida pueden perder la oportunidad de comprarlo a través de su empleador, prefiriendo ahorrar el dinero o usarlo para necesidades más inmediatas. Si tan solo supieran…
¿Qué es un seguro de vida?
Un seguro de vida es básicamente un contrato entre usted y una compañía de seguros. Usted paga sus primas, y al fallecer, la compañía provee un pago (el beneficio por fallecimiento) a la persona que usted elija (su beneficiario) en conformidad con los términos de su póliza. Los seguros de vida generalmente se eligen basándose en las necesidades y objetivos del dueño de la póliza; no es un producto general que se adapta a todos por igual.
Los dos tipos de seguro de vida más comunes son vida permanente y vida a término. Un seguro de vida a término está diseñado para ayudar a proveer protección financiera durante un período de tiempo específico; por ejemplo, 10 o 20 años. Un seguro de vida permanente está diseñado para proveer cobertura de por vida; usted paga las primas mientras esté con vida. Ambos pueden ayudar a satisfacer las cuatro necesidades más comunes que una familia puede enfrentar tras la muerte de la persona que provee el sustento económico:
Gastos Finales:
Ayuda a cubrir costos funerarios y de entierro, sin duda, pero también puede ayudar a pagar deudas pendientes como gastos médicos u otras deudas que el difunto puede haber acumulado.
Reemplazo de Ingresos:
Cuando la persona que provee el sustento económico ya no se encuentra entre nosotros, las familias pueden tener dificultades para encontrar una manera de cubrir los gastos que el fallecido manejaba.
Hipoteca:
Podría decirse que es el gasto (y activo) más grande que las familias tienen.
Educación:
Ayuda a cubrir el alto costo de proveer una educación de alta calidad para los niños.
¿Quién necesita un seguro de vida?
La respuesta corta es: todo aquel que tenga seres queridos que dependan financieramente de ellos, o que tenga a personas cuyo estado financiero se vería afectado de manera adversa si ellos fallecieran, debería considerar comprar un seguro de vida. Un seguro de vida puede ser considerado una parte integral de los cimientos de un plan financiero a largo plazo.
Muchas personas jóvenes, particularmente millennials, piensan que no tienen a nadie a quien proteger financieramente si no están casados o si no tienen hijos, pero esa no es la razón que citan más a menudo para no comprar. La razón principal que dan para no comprar es la idea de que un seguro de vida es algo que no pueden pagar.1 La mayoría de los estadounidenses de cualquier edad sobrestiman el costo de la cobertura de un seguro de vida, aunque el problema es más común entre los adultos jóvenes; el 44% de los millennials piensa que el costo de un seguro de vida es más de 5 veces mayor de lo que realmente es.2
El costo de un seguro de vida está basado principalmente en dos factores: su edad y el estado de su salud. Esto significa que no hay mejor momento que el presente para comprar un seguro de vida. Ninguno de nosotros se está haciendo más joven y nuestra salud el día de hoy no garantiza cómo podría ser en el futuro. Más allá de eso, ninguno de nosotros tiene garantizado el mañana. La mayoría de las personas no quisiera dejar a sus seres queridos en una posición de incertidumbre financiera deliberadamente. Procrastinar es contraproducente cuando se trata de comprar un seguro de vida para proteger a sus seres queridos.
¿Cómo compro un seguro de vida?
Debido a que muchas personas creen que no saben lo suficiente sobre los varios tipos de seguro de vida, pueden sentirse abrumadas ante la idea de tratar de elegir la mejor cobertura para sus necesidades. Seis de cada 10 compradores de seguros de vida usan las redes sociales para aprender acerca de productos y servicios y leer reseñas de profesionales financieros.3 Casi la mitad de los consumidores de todas las edades (45 por ciento) acceden a internet para encontrar más información sobre seguros de vida, pero completan la compra junto a un agente o consejero financiero.4 Usted no tiene que ser un experto en seguros de vida; un profesional de seguros certificado puede ayudarle a escoger los productos que mejor se ajusten a sus necesidades y presupuesto.
Los seguros de vida son para los vivos, no para la persona que lo compra. Los seguros de vida existen para ayudar a proteger a sus seres queridos de la incertidumbre financiera cuando usted ya no se encuentre con nosotros. Siendo parte de un plan financiero a largo plazo, un seguro de vida puede estar ahí para ellos cuando más lo necesiten.
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Lewis & Ellis, ¿Siguen sin seguro de vida los jóvenes? (7 de julio del 2020)
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Life Happens, El verdadero costo del seguro de vida (7 de julio del 2020)
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LIMRA, Hechos sobre la vida 2019 (13 de julio del 2020)
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Insurance Information Institute, Hechos + Estadísticas: Seguro de vida (13 de julio del 2020)
Categories: Seguro, Seguro de vida, Vida a término, Seguro de vida permanente